La asociación fue inspirada por las madres de las primeras residentes
La asociación fue pionera al concebir la residencia como una extensión de sus propios hogares, con un ambiente familiar y adaptado a sus necesidades y capacidades. Este espíritu aún se vive día a día en el centro, donde destaca la resiliencia de cada una de ellas y del equipo que las acompaña.
La asociación fue inspirada fundamentalmente por las madres de las primeras residentes: Mª Ángeles Aragonés, Benita Marín, Mª Del Puig Menor, Carmen Coto, Ana Sanz, Carmen Cortés y tantas otras que, apoyadas por sus esposos, tenían claro que la residencia, sin sustituir el hogar familiar, debía ser el lugar donde sus hijas desarrollaran una vida plena, feliz, autónoma y normalizada en su etapa adulta.
En esa visión encontraron una aliada en Gloria Alcocer, el corazón de esta familia
La familia de las Jaras comienza con la llegada de las primeras jóvenes en septiembre del año 80, incorporándose a una residencia concebida como alternativa a los recursos existentes, que situaba a la persona en el centro de su actividad.
En esa visión encontraron una aliada fundamental en Gloria Alcocer, el corazón de esta familia, que vivió con ellas hasta el final de sus días en 2023 como una segunda madre, como una hermana mayor. Fue ella con su equipo, la responsable de la refinada educación de las mujeres que habitan en Las Jaras.
En 2003, se firmó el primer concierto con la Comunidad de Madrid
En su origen la Asociación tenía carácter privado, financiada por las familias.
Se crearon 24 plazas que posteriormente aumentaron hasta 48 en unas instalaciones respetuosas con la intimidad, que ofrecían habitaciones para tres personas, todas ellas con el baño incorporado. Manteniéndose desde entonces el sistema de financiación por medio de conciertos y acuerdos marco.